martes, 14 de septiembre de 2010

San Rafael

A las 10:30 de la mañana el sol acaloraba el Parque y enrojecía la piel de muchos de los viajeros que llegaban a hospedarse o simplemente a conocer por un día las maravillosas aguas que caracteriza el paisaje pintoresco del pueblo.
Los lugareños, en caballo, decoraban agradablemente el paisaje y hacían que pasara al olvido el pasado tan oscuro que allí habitó, ejecutando las batallas más violentas de una época conflictiva en todo el oriente Antioqueño. Bastantes negocios ofrecían productos capitalinos que semejaban el centro de Medellín. Ropa, productos para bebés, restaurantes, bares, panaderías; una cantidad de elementos que relacionaban la economía del pueblo y las ganas de salir adelante, de luchar por el futuro y de reconstruir espacios donde las balas antes llenaban de sangre y dolor las puertas y las calles del parque central.

Liliana María Feria García, auxiliar de la bibliotecóloga en la Casa de la Cultura, enfrentó como victimaria los hechos delincuenciales que empezaron a llevarse a cabo en 1998. “Yo vivía en San Carlos, un municipio cerca a este. A mi marido lo bajaron de una escalera los guerrilleros del noveno frente de las FARC y se lo llevaron para el monte donde lo tuvieron retenido durante cinco horas, en las que lo maltrataron física y psicológicamente. Lo soltaron porque un máximo dirigente antecedió por él pero le dijeron que tenía que irse del pueblo y que no comentará nada. Nos fuimos esa misma noche dejando la mayoría de cosas que teníamos, incluyendo una mercancía que era con lo que nos apoyábamos económicamente y nos vinimos para San Rafael”.
En 1998 empezó el conflicto armado, pero desde el 2000 se desarrolló más, pues el ataque constante contra la población civil era muy evidente y fuerte, incluso con tocando el gremio camionero y el sistema de trasporte.

Para entonces, la población de San Rafael contaba con 18 mil personas antes del conflicto y al finalizar en el 2005 la población redujo a unas 12 mil personas; una cifra bastante alarmante que denota la irresponsabilidad y el irrespeto por la vida y  los derechos humanos de los actores armados, protagonistas y culpables del flagelo.

Para el Secretario de la Alcaldía, la guerra representó una gran depresión para su región, donde afectó tanto económicamente como el bienestar de las personas, pero sobretodo el gran porcentaje de personas desplazadas que dejó, un 80% de la población.  “En el 2008 hubo dos atentados porque existían reductos de las FARC, que iba dirigidos a comerciantes que no pagaban vacuna. Alias El COICO, fue dado de baja el año pasado y este era el dirigente del noveno frente de las FARC, autor de los hechos. Hoy, aquí en San Rafael contamos con 1000 hombres de las fuerzas armadas que cooperan con el bienestar de la región además de la seguridad democrática que ayudó para que se derrotara casi completamente con los dirigentes del conflicto armado”. Afirmó John Freddy Henao.

 Reconstruir tejido social es un proceso y un deber que tiene al Alcaldía y que comienza a partir y con el apoyo de diversas entidades sin ánimo de lucro que buscan una pronta y satisfactoria salida a los rezagos del problema. Con tres psicólogas, 18 animadores y una, entre varias fundaciones, dan el máximo acompañamiento y apoyo no solo a los adultos sino también a los niños y familias enteres, desde la educación, la alimentación y una vivienda diga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario