domingo, 12 de septiembre de 2010

Liberación de espiritus


“Cuál Dios, yo no veo el Dios del que tanto ustedes hablan; o es que usted señora ya esta sana, ¿ya la sanó su Dios?, si quiere se viene con mi dios que el sí la sana inmediatamente, es que mejor dicho yo sí les voy a decir a ustedes cual es su dios: las cirugías estéticas, el sexo, la pornografía, la drogadicción, estas cosas son su verdadero dios; no se deje untar de ese aceite y de esa agua que huele tan maluco, no ve que eso no hace nada, a mí personalmente no me vaya a mojar con eso…ve esa canción que la han repetido toda la noche, como no se saben más, me la sé yo espere yo se la canto: gloria, gloria aleluya… si ve que sí me la sabía, es por culpa de este estúpido cuerpo en el que estoy metido… ”

El miércoles por la tarde es sin duda el día más esperado por los feligreses del barrio La Campiña que como Ligia Tamayo, asisten habitualmente a las misas de liberación y sanación del sacerdote Juan Albeiro Álvarez en una pequeña finca del barrio. Esta celebración, que incluye oración y alabanza a Dios, se ha convertido en una manifestación religiosa que no contempla los parámetros de una eucaristía dominical normal, pues los espíritus malignos que azotan a la humanidad hacen presencia en este recinto para ser obligados a abandonar los cuerpos de los que se han apoderado.

Esta señora, que asiste consagradamente a estos rituales que le han dado otra cara a la religión católica, asegura que estos acontecimientos surgen de un contacto directo con Dios ya que al sacerdote fueron dados unos dones especiales de liberación y sanación, pues en días anteriores la liberó de un “espíritu de dolor” que ella poseía debido a una cadena degenerativa que viene de familia. “La oración que el padre hace es realmente intensa, él tiene mucho poder, pues con tan solo presentarse ante nosotros, los demonios se sienten intimidados y se manifiestan”; aseguró.

Las enfermedades puestas por medio de la brujería, los pensamientos irracionales, el desgano por los elementos divinos, la depresión, la mala suerte para el amor y para el dinero, son factores que afectar el diario vivir de las personas que asisten a la ceremonia pues aseguran encontrar solución a estos, además de la paz y la tranquilidad para el alma.

Para muchos sacerdotes que también son católicos, no ven como positiva esta nueva forma de manifestación religiosa, pues tienen siempre la fe puesta en que la eucaristía formada por Jesús no fue a bases de escándalos y ritos extraños, ni mucho menos hacer que las personas crean en supuestas posesiones maléficas, donde en ocasiones puede ser paranoia.
Los rituales que semanalmente se viven en cada sesión, están cargados de gritos, llantos, desmayos, pero particularmente, el sacerdote ha tenido que lidiar con hechos que, según él, se pasan de anormales. El diablo se apodera irracionalmente de personas ingenuas que no creen que actuando de mala manera se dejan enrollar por el engaño continuo de este ser repúgnate, como aquella una jóven que en poder del demonio hizo declaraciones que impactan y pusieron a pensar a los feligreses que vinieron ese día, pues se dieron cuenta que el mundo entero no esta respetando a Dios y prefieren idolatrar las cosas materiales.

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